También en Sevilla
Isaac Sánchez Giménez, comunicador, especialista en conversión ecológica
Lo que el Génesis y tantos otros libros y escritos narran sobre la belleza e inexplicable equilibrio de la creación se iba a ver amenazado como nunca antes por la avaricia del ser más completo de dicha creación: el humano.
Cuando san Francisco de Asís invitó a la humanidad a reparar en la conexión entre el ser humano y el resto de seres vivos, a la sociedad aún le quedaban siglos para caminar hacia la autodestrucción.
El humanismo radical ha provocado, entre otras cosas, dos guerras mundiales en el siglo XX y un estado de emergencia climática en el siglo XXI.
Ansiamos crecer por encima de la lógica, tener por encima de lo que necesitamos, dominar por encima de amar. Así, el sistema actual, en el que casi todo está en venta (el tiempo, las personas, los ecosistemas…), devora la sostenibilidad de nuestro mundo.